Actividades portuarias en el Muelle de Corrales

Los griegos nombraron a Aljaraque como Kalathousa. Con posterioridad el vocablo tendrá su etimología en el término árabe Al Xarat, que significa colina. Conforme pasa el tiempo el topónimo se modifica pasando a llamarse Aljafar en el siglo XIII, hasta dar la forma actual de Aljaraque.

Plato carenado de Papa Uvas

La presencia del Hombre en estas tierras es antigua, estableciéndose muchos pueblos merced a sus potencialidades como lugar idóneo para el comercio. Las huellas más antiguas se localizan en esteros como la Casa del Río (Dehesa Golf), donde los Hombres vivían en cabañas vegetales.

Un poco después, en el Neolítico se forma el núcleo de Papa Uvas -3.000 años antes de Cristo- que se sustenta de una economía variada, predominando la agricultura y ganadería.

Tras la Edad del Cobre, representada por algún dolmen, llegan los fenicios. Así en el siglo VII a.c. estos mercaderes establecen una factoría dedicada a la salazón de pescado. Con la posterior arribada de los romanos la economía de Aljaraque sufre una significativa caída; sin embargo, subsiste el comercio de minerales como lo demuestran las escorias encontradas en el camping Las Vegas y algunas villas agrícolas como Los Villares.

Campana mozárabe de Aljaraque

En la época árabe la población se contrae aún más, pues se convierte esta tierra en lugar de conflictos territoriales y fronterizos. Sobre todo durante los Reinos Taifas, en el que le tocó ser enclave entre el Reino de Niebla y el Reino de Saltés. Se han encontrado restos islámicos en la zona de El Cristo.

Alfonso X el Sabio le concede una Carta Puebla, sin embargo, este difícil medio siguió siendo un territorio bastante despoblado hasta el siglo XV. A pesar de ello, era muy frecuentado por los ganados mesteños que utilizaban las tres vías pecuarias que cortaban el término y que se unían en la conocida Fuente Juncal.

Desde finales del siglo XV hasta 1835 Aljaraque cae en la jurisdicción señorial de los Duques de Medina Sidonia. El Duque repuebla Aljaraque a finales de la centuria decimoquinta, acudiendo principalmente vecinos de las poblaciones de los alrededores. No obstante, la pobreza de gentes que se desarrollan en un medio difícil para la agricultura es constante. En la Edad Moderna, fue especialmente grave la guerra de mediados del siglo XVII donde las epidemias se cebaron con los escasos vecinos/as.

A finales de este siglo la llegada de habitantes procedentes de la despoblación de las aldeas cer-canas de San Antonio y San Jorge, por motivos de insalubridad, le dan al vecindario de Aljaraque unrespiro. A ellos se unirán en el siglo XVIII nuevos emigrantes venidos de Portugal y de poblaciones como Cartaya y Gibraleón.

A partir de 1833 Aljaraque pasa a formar parte de la provincia de Huelva, comenzando una feroz lucha por conservar la municipalidad, habida cuenta de su situación alrededor de municipios importantes que ambicionan el término municipal.

Locomotora en Corrales

La llegada del capital minero francés e inglés provoca que Corrales sea un foco de atracción poblacional, pues allí se construirá una factoría de trituración y cribado de pirita para el mineral de Tharsis y un muelle-embarcadero.

En 1866 se iniciaron las obras de construcción de la línea de ferrocarril que enlazaría los yacimientos mineros con el puerto de Huelva y también los del muelle cargadero del mineral en la margen derecha del río Odiel. A la vez el ferrocarril privado permitió el desplazamiento de viajeros desde los municipios afectados por su trazado hasta Corrales, para posteriormente cruzar el Odiel con destino a Huelva y viceversa.

Actividad minera en Corrales

En el último cuarto del siglo XIX las vías de comunicación del municipio con su entorno más cercano consistían en dos caminos de carreteras y otros de herradura.

A principios del siglo XX las numerosas quejas de la vecindad, dirigidas a la administración pública por los problemas de incomunicación del término municipal con las localidades más próximas y sobre todo con la capital, finalizarían con la puesta en funcionamiento del puente sifón de Santa Eulalia sobre el río Odiel en el año 1969.

La crisis de la minería ha dejado obsoleto este complejo industrial que bien podía ser aprovechado para el turismo. Sin embargo, no se salvó Aljaraque del éxodo de los años 60, marchándose muchos de sus habitantes a países extranjeros como Holanda y Alemania, o al recién creado Polo de Desarrollo de la ciudad de Huelva.

En los últimos años Aljaraque ha experimentado un gran desarrollo, favorecido por su estratégica ubicación y por su espectacular Entorno Natural que provoca que un número considerable de personas lo elijan como lugar donde fijar su residencia atraídos por la calidad de vida que ofrece su término municipal.

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